El puente de piedra de Zaragoza, también conocido como puente de Santiago, es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Se encuentra sobre el río Ebro, conectando el casco histórico con el barrio de La Almozara.
Este puente fue construido en el siglo XV sobre los restos de un puente romano. Originalmente tenía varios arcos, pero en el siglo XVIII se decidió reconstruirlo con un solo arco, el cual tiene una envergadura de 50 metros y una altura de 25 metros.
La estructura del puente está hecha principalmente de piedra, de ahí su nombre, y destaca por su elegante diseño y su aspecto monumental. En sus extremos cuenta con dos torres, conocidas como torreones de San Lázaro y de San Juan de los Panetes, que le dan un aspecto distintivo.
A lo largo de los años, el puente de piedra ha sufrido algunas modificaciones y restauraciones. Una de las más importantes ocurrió en el siglo XX, cuando se construyeron rampas peatonales en ambos lados para facilitar el acceso de los transeúntes.
Hoy en día, el puente de piedra es una importante vía de comunicación y un lugar muy visitado por locales y turistas. Desde él se puede disfrutar de una vista panorámica del río Ebro y de algunos de los principales monumentos de la ciudad, como la Basílica del Pilar.
El puente de piedra de Zaragoza tiene una gran importancia histórica y cultural, y es considerado uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
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